Una fría noche de enero
rasgando nuestro corazón
tuviste que marcharte
sin una clara explicación.
A su lado fuiste llamado,
a golpe de corneta y tambor,
y mientras aquí en la tierra,
el sonido enmudeció.
Al sonido de las bambalinas sale la Virgen despacio,
y desde el cielo Tú, sigue tocando,
que entre nota y nota
la pena vamos aliviando.
Tus amigos y compañeros ya estamos formando
y Miguel sus melodías afinando.
En esta dura estación
la penitencia se va llevando.
Que fría es la noche y que desolador es el llanto
de familiares y amigos que en silencio te van recordando,
mientras en el aire Mater Mea va sonando.
D.E.P
“El eco de tus notas permanece,
tu recuerdo nos fortalece,
resignándonos al destino
buen amigo hasta siempre”
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